Todos necesitamos que alguien nos sostenga. Cuando hablaba no sentía que me escucharan. Yo expresaba mi deseo pero no me tenían en cuenta. Opte por obviar lo que sentía. Si ellos no me respetan es que no me lo merezco. Así que yo tampoco me respetaré porque no valgo. Mi vía de escape fue la comida, el gimnasio y el alcohol. Solo cuando puede ver que eso no era vivir comencé mi propia búsqueda. Un camino de mucho sufrimiento, valentía y esfuerzo. Entender cómo había interpretado los acontecimientos de mi vida a través del psicoanálisis fue mi salvación.

Encontré un espacio de reflexión, de autoconocimiento y escucha ante los problemas cotidianos que tenía en la crianza. A través de las sesiones fuimos poniendo palabras y emociones a muchas cosas que no sabía expresar. Fueron unos meses donde el acompañamiento de Carolina, cercano y seguro me fue dotando de recursos para mejorar nuestra relación familiar, entendiendo las necesidades y experiencias de mis hijos e incluir cambios útiles en nuestro estilo de vida.

A mi personalmente el TCA de mis dos hijas mellizas me rompió. Me encontré ante algo que nunca jamás pensé que tendría tan de cerca. Sabemos más o menos lo que eso significa por lo que hemos escuchado pero que lejos de la realidad que se vive… No sabía dónde acudir, si tú hija se cae y se rompe algo vas al traumatólogo, pero ¿y si tu hija no come o si tu hija se da atracones, o si cada vez que come algo no sano se daña? No tenía ni idea de donde acudir. Me pasaron el teléfono de Carolina Herrera y estuvo conmigo más de 1 hora hablando. Me situó, me calmo, me abrió los ojos y me dio la mano. ¡Nunca más me soltó! Y aunque para ella es un trabajo pone el alma y la vida. Siempre que he tenido un bajón he recibido su llamada. Me ayuda a VER a mis hijas, no a su enfermedad que al final es un reflejo de un sufrimiento interno. Tengo la gran suerte de contar con ella. Gracias y mil veces gracias.

Mi experiencia con Carolina ha sido muy positiva. Nos ha hecho ver muchas verdades escondidas y trabajar en ellas. El trabajo aún sigue pero ya depende de nosotros seguir luchando con la perspectiva que Carolina nos ha dado.

Encontré en Carolina un apoyo importante en una de las etapas más duras de mi vida. Fue cuando a mi hijo le diagnosticaron TCA y estaba muy perdida. Tenía el apoyo de los especialistas que le trataban pero en ella encontré la voz de alguien que conocía desde dentro el proceso por el que estaba pasando mi hijo. Me ayudó a ponerme en su lugar, a entenderlo y no juzgarlo; en definitiva, a acompañarlo. Estoy muy agradecida por el tiempo que me dedicó y es una tranquilidad saber que puedo contar con ella si mis fuerzas flaquean. Además, la admiro porque ha sabido transformar algo doloroso en un proyecto lleno de luz con el objetivo de ayudar a las familias.

Carolina, gracias por poner luz cuando yo solo veo oscuridad. Por motivarme a seguir avanzando aún con caídas y sacar algo de cada una de ellas. Por quitarme de la cabeza pensamientos destructivos. Tú, el referente de que de esto se sale! De que, como me dijiste, hay más detrás de ese reflejo en un espejo, hay un alma.